En este blog os hablaremos sobre el Mindfulness, cómo iniciarse en esta práctica y los beneficios que nos aporta.
Que es el Mindfulness
La palabra Mindfulness en inglés significa “Atención plena”. Esta es una técnica de relajación orientada a aprender a estar presentes y a observar nuestros pensamientos y nuestras emociones.
El Mindfulness nos permite disfrutar del momento, del presente. Nos ayuda a dejar atrás el pasado y a no preocuparnos sobre lo que ocurrirá en el futuro; que por desgracia, esa ansiedad del porvenir nos origina mucho estrés. También favorece el control de nuestras emociones y pensamientos.
Probablemente, sin saberlo, ya hayas practicado Mindfulness alguna vez en tu vida. Y es que cuando haces algo que te gusta, como bailar, cantar, dibujar, cocinar, reír o disfrutar de la naturaleza, estas practicando esta técnica; pues estás presente en la actividad sin que tu mente se disperse.
Origen
El origen del Mindfulness se encuentra en el hinduismo y el budismo.
Esta técnica se popularizó en occidente cuando Jon Kabat-Zinn, un médico estadounidense que había estudiado la meditación budista, fundó un programa de reducción del estrés basado en el mindfulness en Estados Unidos. A raíz de esto, se empezaron a realizar más estudios científicos exitosos corroborando sus beneficios, y así se extendió por occidente.
Para qué sirve el Mindfulness
La práctica del mindfulness tiene como objetivo crear una sensación de paz, bienestar y felicidad en nuestro cuerpo. Los estudios científicos enumeran muchos beneficios que nos aporta esta técnica como:
- Mejorar el sistema inmunológico
- Más capacidad de autocontrol
- Reducción del estrés y más claridad mental
- Mayor creatividad, rapidez de pensamiento y mayor rendimiento de trabajo.
Cómo practicar la “Atención Plena”
Se recomienda realizar una meditación a primera hora de la mañana, nada más levantarnos, ya que es cuando la mente está más calmada. De todas formas, lo más importante es encontrar un momento en tu día en el que puedas comprometerte a meditar y dedicarte tiempo. Encuentra tu momento y establece tu rutina para notar los beneficios del mindfulness a largo plazo. Para ver los resultados hay que mantener una práctica constante.
Para empezar a meditar solo tienes que encontrar una postura cómoda, ¡pero no demasiado para evitar dormirse! Y siempre realizarla con la espalda recta. Si eres principiante quizás te ayude realizar esta meditación guiada, y si ya tienes algo de experiencia, directamente concéntrate en observarte. Observa tu respiración, tu postura, nota cada parte de tu cuerpo, tus sentimientos en ese momento…
A parte de la meditación, hay más momentos del día en el que se recomienda aplicar la atención plena, como puede ser al comer, antes de ir a dormir y en momentos de ansiedad.
Mindful Eating
El mindful eating es una alimentación consciente. Esta práctica te ayuda a disfrutar más de la comida, a conocer las sensaciones que te provoca el comer y a saber cuando estás saciado. Para practicar esta técnica lo primero que tienes que hacer es ser consciente de los alimentos que estás utilizando y el por qué de su selección. A la hora de comer cierra los ojos y conecta con tu cuerpo. Agradece los alimentos y haz una respiración profunda. Observa tu plato y procede al primer bocado. Mastica bien y escucha tu cuerpo, mira cuanta hambre tienes. Deja el tenedor en la mesa mientras masticas y dedícate a disfrutar de lo que estás haciendo en el momento presente. Cuando estés lleno deja de comer. Observa lo que queda en el plato y piensa si otro día prepararás tu comida de forma diferente (menos cantidad, otros ingredientes…). Cierra los ojos, respira profundamente y despídete de la comida.
Mindfulness para dormir
Cuando el estrés o los pensamientos no nos dejan dormir, el mindfulness te ayuda a conectar con la sensación de cansancio de tu cuerpo, lo cual te facilita dormirte de manera plácida y natural.
Mindfulness para la ansiedad
Esta técnica en momentos de ansiedad ayuda a reducir los picos de estrés y a saber gestionar mejor nuestras emociones. Te permite centrarte en el momento presente. Varios estudios científicos han demostrado que el mindfulness tiene efectos similares a antidepresivos convencionales. Otros han demostrado que las personas que meditan, a menudo, tienen un aumento del volumen de las zonas del cerebro que contribuyen a la regulación emocional. Por eso practicar mindfulness ayuda a gestionar mejor las emociones intensas que podamos sentir, y la ansiedad es una de ellas.
Atención plena en el trabajo
Todos tenemos un día malo o momentos estresantes en el trabajo. Realizar meditaciones muy cortas en estas situaciones ayudan a controlar tus emociones y pueden marcar la diferencia. Además también favorecen la concentración que te permite rendir más y mejor en el trabajo. Estudios también demuestran que las personas que meditan suelen tener un aumento del volumen de las zonas del cerebro que nos ayudan a resolver problemas, por lo que mejoran su capacidad para trabajar bajo presión.
Esperamos que esta introducción en el mundo de la meditación os ayude a mejorar vuestro bienestar.