Coronavirus
Este blog va a tratar del Coronavirus y sus efectos en nuestro sistema inmune. Vamos a empezar hablando de la composición del Coronavirus. Este virus está compuesto de ARN como material genético, una envoltura lipídica y unas proteínas sobre la envoltura denominadas proteínas de espiga.
Los virus no se llegan a considerar del todo seres vivos ya que no se pueden reproducir a no ser que se encuentren dentro de un huésped, utilizando el sistema de replicación celular del huésped al que han invadido.
Contagio del Coronavirus
El virus se puede esparcir por las superficies, aunque aún no está muy claro la duración del virus sobre éstas; pero su mayor contagio es por el aire o al tocar a una persona infectada y después nosotros tocarnos la boca, nariz u ojos. El virus entra por los orificios faciales y se dirige hacia el interior del cuerpo. Sus dianas son los intestinos, el bazo o los pulmones, en este último es donde los efectos son más dramáticos. Incluso unos pocos coronavirus pueden causar una situación bastante dura.
Los pulmones cuentan con billones de células epiteliales en su superficie. El coronavirus utiliza sus proteínas espiga para entrar en contacto con los receptores de las células del epitelio (en concreto con el receptor ACE2) que lo que hace es reconocer la proteína y dejar que el virus introduzca su material genético en la célula epitelial.
Una vez dentro, el virus comienza a replicarse y se forman múltiples copias de este material genético que tiene una orden principal: “Propia destrucción”. La célula entonces es destruida y todas las partículas de coronavirus son liberadas al exterior, listas para conquistar nuevas células. El número de células infectadas crece de manera exponencial, en unos 10 días millones de células del cuerpo ya estarán infectadas y billones de virus inundarán los pulmones.
El virus aún no ha causado mucho daño en tu cuerpo, pero ahora va a liberar un arma muy poderosa en tu contra: tu propio sistema inmune.
Para ello vamos a explicar por encima las células del sistema inmune y la función de estas.
Sistema Inmune
El sistema inmune es nuestro sistema de protección ante invasores externos, denominados antígenos. Pensad en ellos como una tropa de defensa interna que ataca a todos los que quieran invadir nuestro cuerpo.
Leucocitos
Los leucocitos son células del sistema inmune que viajan en sangre pero que pueden adquirir movilidad y salir de los vasos sanguíneos. El epitelio lesionado (por culpa del virus) va a exponer en su superficie moléculas específicas, en concreto la selectina P, que será reconocida por los leucocitos.
Dentro de los leucocitos vamos a hablar de lo Macrófagos, Neutófilos y los linfocitos:
- Macrófagos y neutrófilos: Ambos fagocitan (engullen a la célula infectada), la diferencia entre ellos reside en su proceso de fagocitosis. Los macrófagos, en su última fase de fagocitosis, eliminan los restos después de la digestión. Los neutrófilos por el contrario no pueden, lo que les hace que acumulen tejidos citotóxicos y vivan menos que los macrófagos. Durante el proceso de fagocitosis, estas células liberan enzimas digestivas (como proteasas y lipasas), radicales libres y otros compuestos que atacan al agente fagocitado.
- Linfocitos: la vida de estas células es tan larga como el individuo que los tiene. Dentro de estos tenemos varios tipos de células y nos centraremos en las células tipo T:
- Colaboradores: Se encargan de amplificar la señal, secretan citoquinas (proteínas) para estimular a otras células del sistema inmune (la mayoría las células del sistema inmune se comunican entre sí mediante citoquinas).
- Citotóxicos: reconoce el antígeno presente en la superficie de determinadas células que han sido infectadas por el virus y las ataca de manera muy eficaz.
- Supresor: Controlan el sistema inmune, secretan citoquinas para frenar la respuesta inmune.
- Natural Killer: Es la única célula que no necesita antígeno para poder atacar. Como su propio nombre dice, se encarga de matar a las células infectadas.
Una vez tenemos un poco de conocimiento sobre estas células, prosigamos con la infección del virus.
Coronavirus y sus efectos en nuestro sistema inmune
Como hemos mencionado anteriormente, el sistema inmune nos ayuda a protegernos de los invasores, pero también existe un riesgo, que es que esta caballería tan potente, empiece a atacar a nuestro propio cuerpo, como ocurre en este caso.
Mediante la llamada del epitelio dañado, las células del sistema inmune salen de los vasos sanguíneos y van a la ayuda de estos, pero aquí se encuentran con el coronavirus, que lo que hace es infectarlas a ellas también, creando confusión.
Estas células, al ser invadidas causan una sobrerreacción, con una señal principal: atacar. Esta sobrerreacción lo que hace es llamar a muchas más células del sistema inmune (imaginemos soldados) para que vengan también a atacar.
Dos tipos de células en particular tienen una función devastadora:
- Neutrófilos: llegan cientos al epitelio dañado y, una vez infectados, empiezan a liberar encimas que lo que harán será destruir a todas las células enemigas, pero también a las células amigas, debido a su función descontrolada.
- Natural Killer: ordenan a las células que cometan el suicidio. Normalmente solo ordenarían tal función a las células infectadas, pero debido a la sobrerreacción, también les ordenan a las células sanas a que comentan el suicidio.
Daños causados por el Coronavirus y sus efectos en nuestro Sistema Inmune
Cuantas más células inmunes lleguen a la zona, mayor será el daño que ocasionen, matando una mayor proporción de tejido sano. Este daño puede ser tan grave que puede llegar a ocasionar daños permanentes e irreversibles como la fibrosis (sustitución del tejido pulmonar por tejido colágeno).
En la mayoría de los casos, el sistema inmune acaba con todas las células dañadas y vuelve a la normalidad al cabo de un tiempo. La mayoría de las personas infectadas con coronavirus podrán recuperarse con unos síntomas, algo más leves, pero en algunos casos la infección se vuelve severa y complicada. No se sabe con exactitud este porcentaje porque no se han identificado todos los contagios.
En estos casos más severos lo que ocurre es que se destruye mucho tejido epitelial pulmonar, y con ello la barrera protectora de los pulmones. Ahora los alveolos, pequeños sacos pulmonares donde ocurre la respiración, están expuestos a bacterias que pueden infectarles. Los pacientes presentan neumonía, la respiración se vuelve más complicada e incluso puede llegar a fallar, por lo que los pacientes necesitan ventilación por tubos para poder sobrevivir.
De manera normal tenemos bacterias en nuestro cuerpo, que son controladas por nuestro sistema inmune. Después de que todas las células del sistema hayan sido reclutadas para que luchen contra el coronavirus, hemos perdido a muchos soldados en batalla y nuestro sistema inmune se ha vuelto muy débil. Es ahora cuando las bacterias aprovechan su oportunidad y empiezan a invadir nuestro cuerpo sin que nadie se lo impida. Si esto ocurre, la muerte es bastante segura.
Importancia del conocimiento sobre el Coronavirus y sus efectos en nuestro Sistema Inmune
El coronavirus es mucho más peligroso que una gripe normal y tiene un contagio mucho más rápido. No hay que desestimarlo.
Este blog no está escrito con motivo de alarma, sino de conocimiento.
Consideramos que lo más importante es informar a la población. La información es la clave para prevenir contagios y sensibilizar a las personas.
Con todo esto esperamos haberos ayudado a entender un poco más este virus, que conozcáis su forma de infección y por qué ocurre de esta forma.
Cuidaros mucho en vuestros hogares, ayudad a familiares e intentad mantener una mente positiva. Acabaremos venciendo.