El mindfulness, también llamado atención plena, es una técnica de meditación muy beneficiosa, y cada vez hay más estudios científicos que lo demuestran.
La felicidad es relativa. Todos tenemos un concepto diferente sobre ella. A nosotras nos gusta pensar que la felicidad es cuando te sientes bien contigo mismo y con tu entorno.
Por eso, para ser felices, debemos sentirnos bien por dentro y por fuera. La felicidad es un estado de nuestro cuerpo y nuestra mente. Para cuidar nuestro cuerpo debemos ejercitarlo y alimentarlo de manera saludable. Para cuidar nuestra mente hay varias técnicas muy útiles que nos procuran un bienestar emocional. Hoy vamos a hablar de una práctica que está muy de moda últimamente; el mindfulness .
¿Qué es el mindfulness?
Mindfulness significa “atención plena” o “conciencia plena”. Es una práctica de meditación que consiste en ser conscientes de nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y nuestro entorno.
El objetivo de esta práctica no es dejar la mente en blanco, si no pensar en el presente, en el aquí y ahora, olvidándonos del futuro y del pasado. Esto nos proporciona tranquilidad.
El mindfulness es un ejercicio agradable, sencillo y accesible para todo el mundo. Nos ayuda a cuidar nuestra salud mental y nos proporciona tranquilidad y alegría. De todas formas, para notar sus beneficios, este ejercicio requiere de una práctica regular; idealmente a diario.
En mindfulness se utilizan diversas técnicas para reducir el ruido mental. La más común es centrarse en la respiración. Otras consisten en escanear el cuerpo de arriba a abajo, relajando cada parte y observando si presentamos algún dolor o tensión; también podemos observar nuestros pensamientos, reconocer que los tenemos y dejarlos pasar sin juzgarlos; o podemos visualizar una luz a la altura de nuestro pecho y centrarnos en ella…
Historia del mindfulness
La práctica del mindfulness se remonta a unos 3,500 años, practicada por budistas. La raíz reside en la meditación vipassana, pero actualmente está desvinculado de cualquier religión. Esto se debe a que, independientemente de las creencias de cada uno, los beneficios del mindfulness son accesibles a cualquier persona.
Beneficios del mindfulness
El mindfulness y la meditación nos aportan muchísimos beneficios. Os dejamos aquí algunos que ya han sido aprobados por la ciencia:
Reduce la ansiedad, el estrés y la presión arterial: si sueles estar nervioso, estresado o presentas ansiedad, sensaciones muy habituales ahora con el Covid_19, es muy recomendable que practiques “atención plena”. Decenas de estudios han demostrado su efectividad en este campo, uno a destacar es el del Hospital John Hopkings que considera que los efectos del mindfulness son parecidos a los de los antidepresivos. Otro estudio de la Universidad de Cambridge asegura que si los pacientes de terapia psicológica también practican mindfulness se recuperan antes y tienen un menor riesgo de recaer.
Fortalece el sistema inmunológico: reducir el estrés y aumentar la sensación de bienestar fortalece nuestro sistema inmune. Cuando presentamos estrés crónico nuestro cerebro presenta un estado de alerta continuo que hace que nuestro sistema inmune se debilite. Un estudio de la revista Psychosomatic Medicine descubrió que las personas que practican atención plena pueden desarrollar un mayor número de anticuerpos de la gripe que las personas que no meditan.
Autocontrol: El mindfulness ayuda a controlar las adicciones, ya sean de comida, alcohol, tabaco… como a controlar el temperamento, la paciencia, las reacciones espontáneas… Un estudio de la revista Healthline demostró que, tras unas semanas practicando mindfulness, un grupo de personas que consumían alcohol redujeron su ingesta.
Tolerancia al dolor: la práctica de la atención plena puede ser de gran ayuda en pacientes que sufren dolores crónicos, como la fibromialgia, reduciendo así su medicación. Un estudio de la Universidad de Montreal demostró que las personas que practican mindfulness sienten el dolor con menor intensidad.
Rapidez del pensamiento: La conciencia plena puede conducir a procesar la información de manera más rápida y efectiva. Un estudio de la Universidad de California demuestra que las personas que llevan años meditando presentan unos pliegues en el cerebro que están asociados con la capacidad de procesar información.
Creatividad: Cuando nuestra vida es más rutinaria y nos enfrentamos a los mismos problemas día tras día , nuestra mente se vuelve más rígida. En un estudio de la Universidad de Groningen, se ha verificado que el mindfulness nos ayuda a ablandar esta rigidez, recuperar la flexibilidad mental y nos permite encontrar soluciones más creativas a nuestros problemas.
Capacidad de trabajo: varios estudios han demostrado que la meditación nos ayuda a estar más concentrados, más atentos y a trabajar bajo presión.
Material de meditación
Para empezar a disfrutar del mindfulness y de sus beneficios no necesitas comprar mucho material, solo llevar ropa cómoda. Puedes practicar la meditación en cualquier lugar, sea en una silla o en el suelo.
Si prefieres practicar mindfulness en el suelo te recomendamos que utilices una esterilla de yoga para aislarte del frío y un zafu o cojín de meditación. Este cojín es esencial ya que tras unos minutos la espalda empieza a encorvarse, y para meditar debemos tener la espalda recta.
Otro elemento recomendado es una manta de meditación para ponerte por encima y no pasar frío. Te vale cualquier manta. Es ideal su uso si realizas la meditación al comienzo del día, nada más salir de la cama, ya que la temperatura es más baja.
A parte de los materiales físicos, si quieres comenzar con el mindfulness sería conveniente que realices tus primeras meditaciones guiadas. Si no sabes qué videos seguir, nosotras recomendamos a Xuan Lan, profesora de yoga con alta experiencia en la materia. Puedes encontrar su vídeo aquí.
Si quieres saber más sobre cuidar tu cuerpo comiendo sano y realizando ejercicio puedes informarte en nuestros anteriores blogs.
Esperamos que encuentres tu bienestar emocional.