En este post hablaremos sobre la inflamación, la importancia de la dieta antiinflamatoria y su beneficio tras las fiestas navideñas.
Inflamación
La inflamación es un proceso natural que ocurre en nuestro organismo cuando se detecta una amenaza externa, como podría ser una herida en la piel. Esta respuesta es inmediata. Nuestro cuerpo la reconoce y activa el sistema inmune para prevenir que se extienda la infección y reparar los tejidos dañados. Esta reacción causa también síntomas como hinchazón o enrojecimiento.
Antes hemos hablado de una herida como amenaza externa, pero hay muchos tipos de amenazas que causan esta reacción, y no todas tienen que ver con agresiones a la piel. Una amenaza muy común en nuestra sociedad es el estrés. El estrés a largo plazo, estrés crónico, altera nuestro sistema inmune, bajando nuestras defensas y ocasionando que se active la respuesta de inflamación “para ayudarnos”. Lo que pasa que esta inflamación innecesaria lo único que hace es perjudicarnos. Este tipo de inflamación se denomina inflamación crónica de bajo grado.
¿Por qué nos perjudica? La inflamación crónica no solo debilita nuestras defensas, haciéndonos más propensos a sufrir infecciones, si no que también causa patologías intestinales, metabólicas, neurológicas o autoinmunes. A bajo grado ocasiona hinchazón abdominal, gases, estreñimiento, dolor menstrual, problemas para dormir, dolor de cabeza, aumento de peso, cansancio y cambios de humor.

A parte del estrés, después de las Navidades, hay otra amenaza externa que afecta a nuestro cuerpo, y es el exceso de azúcares y grasas tras las comidas navideñas.
El exceso de azúcar en la sangre provoca la glicación, que es el proceso por el cual una molécula de azúcar se une a una proteína o a una molécula de grasa. Esta reacción ocasiona la formación de AGEs (productos finales de glicación avanzada) que son inflamatorios. Las grasas trans se oxidan y crean radicales libres que dañan las células, causando también la inflamación.
Ahora bien, por desgracia casi todos nosotros hemos sufrido estrés y/o mala alimentación estas navidades, por eso una dieta antiinflamatoria es muy beneficiosa en esta época del año.
Importancia de la dieta antiinflamatoria
Para evitar que el estrés y la alimentación puedan ocasionar una inflamación en nuestro cuerpo y acabar perjudicándolo, es imprescindible realizar una dieta antiinflamatoria. Recomendamos que esta tenga una duración mínima de 2 semanas para sanar.

En la dieta antiinflamatoria se deben priorizar los alimentos naturales, vegetales, frutas, verduras, pescado azul, huevos, setas, aceite de coco y oliva (crudo), especias (como jengibre, cúrcuma y canela) y un poco de chocolate negro.
Obviamente hemos de prescindir del azúcar industrial, por lo que si eres una persona dulce, te recomendamos el uso de dátiles para endulzar tus platos. La miel es algo más sana que el azúcar industrial, pero sigue siendo azúcar, por lo que no es ideal abusar de ella.
El café no está muy recomendado, ya que altera el sistema inmune al “estresar” a nuestro cuerpo. De todas formas, si deseas incluirlo en tu día a día, te recomendamos que compres café de calidad. Con esto queremos decir que sea lo más natural posible, olvídate de cafés tostados etc ya que estos a veces llevan azúcares incluidos. Si puedes comprar de grano y molerlo tú en casa antes de consumirlo es aún mejor, ya que de esta manera conserva sus propiedades antioxidantes.
Consume bebidas vegetales, aunque intenta evitar la de avena, ya que lleva azúcares hidrolizados. Utiliza mejor de coco o de frutos secos. La galactosa de los lácteos puede inducir oxidación e inflamación en humanos, así que durante estas 2 semanas de dieta intentaremos evitar su consumo. Por el contrario, el Kéfir también es un alimento con muchas propiedades y que recomendamos incluir en tu menú, ya que facilita la digestión, fortalece el sistema inmunológico y combate la inflamación intestinal.
No temas al consumo de frutas. Aunque es cierto que estas llevan mucho azúcar, el tipo de azúcar que llevan, fructosa, es muy sano y beneficioso para nuestro cuerpo. Eso tampoco quiere decir que abuses de la fruta, pero sí que tomes al menos 2 piezas al día.
El gluten y el trigo moderno causan inflamación en el intestino, ya que cuesta de digerir y hace que la barrera de la microbiota intestinal se vuelva más permeable a otras sustancias que en su estado sano no dejarían pasar. Para evitar esto, te recomendamos el consumo de alimentos con trigo sarraceno (pan, pasta), quinoa o arroz basmati. Incorpora también semillas en tu dieta, como las semillas de calabaza, de lino o de chía. La chía es una gran fuente de omega-3 y tiene propiedades antiinflamatorias.
Prueba incluir diferentes especias en tu menú como el jengibre (posee propiedades antiinflamatorias muy efectivas que ayudan a aliviar el dolor y la hinchazón) , la cúrcuma (de los más potentes antiinflamatorios – combinada con jengibre se multiplica su efecto) o la canela de Ceilán (también un antioxidante y antiinflamatorio). Te recomendamos tomar leche dorada que incluye estas 3 especias junto con leche vegetal caliente y una pizca de pimienta.
Desayuna fuerte e incluye proteínas como el huevo, kéfir o queso de cabra. Las proteínas te ayudarán a evitar picos de hambre y tener energía para el resto del día.

Si estás interesado/a en comenzar esta dieta y necesitas ayuda profesional, puedes ponerte en contacto con nosotros en Farmacia Serramià. Te enviaremos un menú de 2 semanas junto con la lista de la compra de manera gratuita.
Escribe a este correo: cristina@farmaciaserramia.com