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La palabra “Vitaminas” es, para la mayoría de las personas, sinónimo de salud. Es un seguro de enfermedad. Tenemos la creencia de que si tomamos vitaminas, no nos pondremos enfermos. Pero, ¿es esto cierto?, ¿son las vitaminas realmente necesarias? ¿nos aporta nuestra dieta las vitaminas necesarias para cubrir la dosis diaria de vitaminas recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud)?
Hoy en día, podría decirse que las enfermedades cuya causa es la falta de vitaminas, como es el caso del escorbuto (carencia de Vitamina C), la pelagra (carencia de Vitamina B), la ceguera nocturna (falta de Vitamina A), el raquitismo (falta de vitamina D), la mala coagulación (falta de Vitamina K), la infertilidad en el hombre (carencia de Vitamina E) … son infrecuentes en nuestra sociedad. Ello es debido a que nuestra dieta nos aporta las vitaminas necesarias para cubrir los requerimientos básicos para mantenernos sanos.
¿CUANDO SE HACE NECESARIO TOMAR VITAMINAS?
Se dan casos, en los cuales, las personas pueden tener carencia de algún tipo de vitamina. En los primeros días de vida, algunos bebés pueden necesitar Vitamina K ya que los bebes, a menudo, tienen bajo el nivel de dicha vitamina. La Vitamina K es importante en la coagulación de la sangre para prevenir trastornos hemorrágicos.
La Vitamina D también se encuentra en niveles bajos en el caso de los bebés. Y no son únicamente los bebés que padecen esta carencia, en Europa, debido a las pocas horas de sol durante el invierno, hay muchas personas que tienen falta de esta vitamina. Para evitar su carencia, es recomendable que nos dé el sol al menos 15 minutos al día.
Muchas embarazadas toman ácido Fólico (Vitamina B9) ya que la Vitamina B9 evita deformidades en los bebes. Esta vitamina se encuentra presente en el arroz, los cereales y el pan y es raro que haya carencia de dicha vitamina en la población a menos que se esté siguiendo una dieta severa o se tenga intolerancia a estos alimentos.
SI ESTAMOS SANOS, ¿DEBEMOS TOMAR COMPLEJOS MULTIVITAMÍNICOS?
Tomar complejos multivitamínicos es una buena opción para,asegurar las necesidades básicas de vitaminas en nuestra dieta. Pero, existe la idea errónea de que tomar más es mejor y no es así. Hay vitaminas cuyo exceso puede derivar en enfermedades, como es el caso de la Vitamina E que, si se toma a grandes dosis, puede producir lesiones en el corazón. O la Vitamina C que, aunque se elimina por la orina y es difícil que un consumo elevado resulte nocivo, si la dosis que tomamos es superior a los 3 gramos diarios puede llegar a provocar cálculos renales.
Pensar que por el hecho de que las vitaminas y los complementos alimenticios son productos naturales no nos harán daño es un error. La Hierba de San Juan, por ejemplo, interacciona con muchos medicamentos anulando su efecto. Ha habido muchos embarazos indeseados de mujeres que tomaban la píldora a la vez que la Hierba de San Juan ya que, ésta última anula el efecto anticonceptivo de la píldora. Otro ejemplo es la Efedra; es un arbusto de hoja perenne cuyo tallo y raíces se utilizan para ayudar en la pérdida de peso y también para, aumentar la energía. Se ha comprobado que la Efedra puede causar presión arterial alta, aumento de la frecuencia cardíaca y muerte cuando se consume junto a otros medicamentos. También puede reducir el efecto de medicamentos que se utilizan para tratar el cáncer. El uso de la Efedra, se prohibió definitivamente en el año 2006.
¿SI, O NO, A LAS VITAMINAS?
Utilizar el sentido común es una buena baza a la hora de decidir tomar o no vitaminas. Pongamos el caso de una pastilla de Vitamina C de 1000 ui. Tomar esta pastilla, equivaldría a tomarse 20 naranjas al día que, obviamente, es una barbaridad. El cuerpo humano no está preparado para comer 20 naranjas al día. Solo tomaremos pastillas a estas dosis tan elevadas en el caso que el médico nos las haya recetado por tener una carencia de dicha vitamina.
Si solo tomamos vitaminas para asegurarnos un aporte diario adecuado, tenemos que tener muy en cuenta las dosis que llevan los complementos polivitamínicos antes de empezar a tomarlos alegremente. Las vitaminas son buenas tomadas con mesura y nunca debemos someter a nuestro cuerpo a cantidades ingentes si, lo único que pretendemos, es mantener un aporte diario adecuado. Preguntar siempre al médico o al farmacéutico que complejos son los más adecuados para cada uno es la mejor opción.
VITAMINAS POR VÍA INTRAVENOSA
En estados Unidos, está de moda tomar vitaminas por vía intravenosa. El goteo intravenoso se suministra canalizando una vía venosa e inyectando suero fisiológico al que se le ha añadido el complejo vitamínico.
Cuando, a las personas que se han sometido a este tratamiento se les ha preguntado como se sentían, la mayoría han dicho que, después del gota a gota, se han sentido mejor. Pero, esta sensación se debe a que el suero del goteo les hidrata. Obtendrían el mismo beneficio si aumentaran su ingesta diaria de agua. No se debe al efecto inmediato de las vitaminas como ellos piensan. Obtendremos el mismo beneficio si en nuestro día a día bebemos mayor cantidad de agua. El aporte vitamínico vía intravenosa es una medida muy drástica que no aporta ningún beneficio adicional a nuestra salud.
Con todo lo dicho, lo que tenemos claro es que tomar vitaminas y complementos en nuestra dieta es una buena opción. Cubrimos unas necesidades básicas adecuadas para prevenir posibles enfermedades. Pero hay que tomarlas con mesura y utilizando siempre el sentido común.